martes, 31 de mayo de 2011
EL CUARZO AHUMADO: poner los pies en la tierra
El cuarzo ahumado es un arquetipo del sabio. Simboliza la luz divina en el plano material. Disuelve la negatividad iluminandola. La sabiduria de esta piedra disuelve el vacío de la ignorancia.
ES una piedra del primer chakra y su función consiste en traer hacia él la luminosidad del séptimo chakra o coronario. Dado que es un vaso receptor del chakra coronario, recibe a su vez la influencia de todos los chakras, conteniendo una parte del poder de todos ellos., por eso se considera una piedra de poder y sabiduría.
Su centro de poder absorbe las emanaciones de todos los niveles superiores, condensandolos en una sóla energía espiritual que fecundará la manifestación material de la vida.
En la Cábala, el cuarzo ahumado está representado por Malkuth, el "reino"; la Sefirá más baja del Árbol de la Vida. A fin de poder manifestarse plenamente esta sefirá recibe las emanaciones de las nueve que están por encima de ella. Todas las emanaciones son recibidas por Malkuth y entonces esta, al igual que un protector, las emite de nuevo hacia lo alto.
Ilumina el mundo material en el ambiente que la rodea atrayendo las vibraciones superiores. Inspira la materia para que se comporte de forma positiva.
Equilibra el eje psiquico con que nos enfrentamos al mundo. Para aquellas personas con una tendencia de "Aire" muy marcada, soñadores e imaginativos al punto de tener dificultades para poner los pies en la tierra y concentrarse asi como dificultades para relacionarse con el mundo concreto, esta es la piedra ideal. Tiene la capacidad de ayudarnos a poner los pies en el suelo, estar más lúcidos ante la realidad vital, estimular el pensamiento racional y objetivo.
Sin embargo, en el caso de las personas materialistas esta piedra actúa a la inversa, iniciando la espiritualización de su alma, abriendo la mente a la percepción de lo subjetivo
Es una de las piedras más antiguas, que estuvo en contacto con zonas volcánicas, con el magma y el fuego. Esa es la razón de que su elemento principal sea el Fuego. El Fuego sagrado del universo es emanado por esta piedra, dandonos una poderosa energía tanto a nivel espiritual como material: nos proporciona energía para trabajar y la determinación necesaria para alcanzar nuestros objetivos. Nos educa, enseña, guía y avisa de los peligros y las trampas de la vida.
Es un amuleto natural contra los engaños, las traiciones y las mentiras.
También es indicado para las personas derrochadoras con tendencia a endeudarse. Nos enseña la prudencia.
La mejor forma de limpiar este cristal es exponiendolo al humo del incienso, al sol o al fuego directamente.
Una forma de potenciar sus beneficios es exponerlo al fuego antes de salir a trabajar llevandolo con nosotros y manteniendolo todo el tiempo posible en la mano izquierda.
Manteniendola en contacto con nuestra aura despierta las fuerzas primarias de nuestro ser. Nos hace más atentos y despierta nuestro instinto de supervivencia.
En los antiguos rituales chamánicos se usaba para despertar e invocar al animal de poder.
El chakra básico al que pertenece el ahumado tiene una correspondencia física con el ano, lo que explica su función de expulsar lo superfluo. Este expulsa nuestra ágata interna, es decir, nuestro exceso de imaginación.
Su fuego nos facilita la energía para el trabajo y la conquista. Su lado negro nos proporciona concentración, paciencia y prudencia, mientras que su luz nos transmite fuerza espiritual.
Podríamos sintetizar su función diciendo que es una piedra que ILUMINA ESPIRITUALMENTE EL MUNDO MATERIAL
OTRAS FORMAS DE UTILIZARLO:
- Acostarse, relajarse y colocarlo sobre el chakra raiz con la punta hacia los pies. Mientras en la cabeza, en el chakra coronario, poner un cristal blanco girado hacia arriba. Imaginar la linea que los conecta y visualizar la tonalidad de la luz que baja, ahumandose al llegar al chakra raiz
- Colocar un cristal ahumando a medio metro de donde estudiamos, apuntando hacia nosotros.
- Tener un cristal ahumado en forma de pirámide u obelisco en nuestro lugar de trabajo
- Escribir en un trozo de papel un problema o un peligro que nos amenaza y dejarlo bajo una punta de cuarzo ahumado de base plana. Durante siete días seguidos y siempre a la misma hora encender una vela a su lado y mentalizar la resolución del problema
- Para encontrar la respuesta a una duda, acostarse y meditar sobre ella con la piedra colocada sobre el tercer ojo. Antes de quedarse dormido colocar la piedra debajo de la almohada.
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