El ONIX: LA PIEDRA PROTECTORA

Es un tipo de ágata completamente negra y representa la dimensión que está más allá de la vida terrestre. Su color negro absorbe a todos los demás y su abismo de oscuridad concentra y emana el poder de la unidad de todas las demás piedras y de lo Absoluto. Todo en ella está contenido en el silencio y la paz eterna. Es la superación de la multipilicidad en la Unidad.
Es una piedra porosa y absorbente. Si la luz del color negro significa la unidad primordial, su sombra es la ignorancia. Esta ignorancia es lo que atrae energías negativas, entidades no evolucionadas, etc. Sin embargo esta atracción es una trampa, la piedra las atrae hacia sí misma para transmutarlas disolviéndolas en la oscuridad.
Por tanto si el portador del Onix es objeto de malos pensamientos y energías provenientes de otros seres, con esta piedra estará protegido..
Al entrar en contacto con el Onix, las personas negativas pierden su energía y sienten como su poder se debilita. El contacto con el Onix purifica el aura. Por eso es fundamental que cuando estemos en ambientes con personas negativas llevemos una de estas piedras.
Se puede colocar en los rincones de la casa para purificarla o debajo de la cama para evitar pesadillas.
Es una piedra que transmite humildad, seriedad y confianza, garantiza el control de las pasiones desármonicas y los impulsos descontrolados.
Es una piedra que entiende los misterios de la vida y de la muerte y puede inspirar las respuestas en este sendero.
Su Dios regente es Saturno. En griego se le llamaba Cronos. La fábula de Saturno devorando a sus propios hijos es una alegoría del Tiempo que devora todo cuanto aparece ante él. Esto es lo que representa el Onix, devorando toda la negatividad que se le acerca. Todo sale de la nada o el Absoluto primordial y alli regresa.
En toda casa que haya un Onix reinara la fraternidad alejando lo inármonico.
Sin embargo la piedra puede llegar a sobrecargarse y la piedra avisa a su portador esta situación mediante la intuición y entonces debemos proceder a limpiarla, en este caso con fuego es lo ideal